viernes, 10 de julio de 2009

La vergüenza de un pueblo, la tauromaquia.

Bienvenidos una semana más a esta Tribuna de la Libertad. Hoy he decidido presentaros un tema de actualidad en estas fechas, el que tiene que ver con el mundo de la tauromaquia (lucha del toro, en griego clásico); en cualquiera de sus variantes.
Aunque este texto llevaba tiempo en una de los archivos donde escribo mis comentarios antes de sacarlos a la luz, no ha sido hasta este viernes, coincidiendo con la muerte de un joven madrileño a causa de una cornada cuando corría los sanfermines, que he decidido publicarlo.

Antes de ponerme aun más serio, debo advertir al interesado lector de que soy un firme detractor que cualquier festividad (popular o no) que tenga como protagonista el sufrimiento de animales; especialmente un regio animal como el toro, que además es uno de los símbolos de España. ¿Se imagina alguien a los franceses metiendo un gallo en una plaza para "gallearlo" y matarlo después de una estocada (en el mejor de los casos)?...francamente, no.

La sola idea de ver a un tipejo vestido de sólo Dios sabe qué, rodeado de una cuadrilla de paletos armados con banderillas, palurdos montados a caballo, y necios con capotes que saludan como memos a las incultas masas de espectadores, me hace rechazar la idea de sentirme identificado con este pueblo, con esta nación.
Admito que no conozco muy bien cómo funciona una corrida, el nombre de los pases, o el significado de las partes del ritual...ni falta que hace, porque prefiero compartir conocimientos sobre la cosa más absurda del mundo, a compartirlos sobre una muestra de infinita crueldad.
Por cierto, ¿no son esos mismos "profesionales de la muerte" los que aparecen en programas de telebasura para contarnos sus nada interesantes romances?
Por favor, conozco algún romance digno de ser contado, pero esos...


Hay además, yo los he conocido, quien afirma que detesta el toreo pero respeta a quienes ven en él una forma de entretenimiento...¡sí, yo también respeto a quienes te escupen a la cara para entretenerse, necio!


¿Cómo puede respetarse uno de los símbolos de nuestro atraso social y cultural? Por doquier retiran estatuas de Franco, y pagan hasta 6.000€ (cifra real por una corrida del diestro José Tomás) por ver cómo alguien mata a un animal, con la mala excusa de que se está jugando la vida...¡y a mí qué me importa, nadie se lo pidió!

En serio, ¿cuánto más se repetirán estas ridículas situaciones, sólo superadas por sus ridículos participantes?

Si es cierto lo de que un pueblo se refleja en la forma en la que trata a sus animales, debemos admitir que estamos ante un caso grave de incultura; no somos dignos de la civilización.

Debemos acabar con estas muestras de barbarie, no para que no muera más gente necia como en estas últimas fiestas, sino para que podamos mirarnos orgullosos ante el espejo; para que nuestros hijos no tengan que preguntarnos la causa de tanta felicidad al ver la sangre; para que podamos presumir de civilización y condenar la barbarie...pero, claro está, siempre habrá analfabetos morales (y analfabetos a secas) que propugnen las bondades del arte del martirio.

A todos ellos, gracias por nada, espero que nunca os tengan que torear a vosotros...


2 comentarios:

  1. Tengo apenas dos minutos para comentar. Sólo diré, a los que estén en favor del toreo y lo llamen diversión, que se informen sobre sus orígenes. ¿En qué consistía realmente una ceremonia de tauromaqia en Cret, por ejemplo? Tal vez sientan que lo que ellos hacen es desvirtuado y salvaje. O tal vez no. Por otra parte, a aquellos que mueren en una corrida, no habría que llorarles demasiado. Para empezar, han ido allí porque han querido. Los Sanfermines, para el que piense que es sólo fiesta, consisten en dejar sueltos por la calle a una manada de toros mientras miles de personas (vestidas todas igual, de blanco y con el pañuelo reglamentario de "navarrico")se agolpan alrededor delante de ellos. Para el que no lo sepa, son las multitudes uniformes y agobiantes las queenardecen al toro y le hacen sentir amenazado, y por eso embiste. Si eres capaz de correr delante de un toro agobiado, no te extrañe encontrarte con un agujero en el cuello o en la pierna antes de poder tomar constancia de la situación. Donde el toro es peligroso no es en la plaza, donde se le mata y abusa con relativa docilidad (hasta que se cansa), el toro es peligroso cuando hay demasiada gente alrededor. Pero como lossanfermines atraen personas de todo el mundo, a apechugar. Bueno, me voy y n tengo tiempo de buscarlo, pero, ¿cuál ea ese pueblo castellano en que en determinada festividad se persigue a un toro por todo el pueblo y se le lancea a caballo y se le mata poco a poco durante todo el día?
    Eso es lo que se respeta en este país a los símbolos nacionales. Seguiremos vendiendo cuadros de Carlos V a precio de orillo a museos extranjeros, derribando estatuas de Franco, y quién sabe si algún día la imrpesionante cruz del Valle de los Caídos será demolida, ¿pero los toros? ¡Los toros que mueran todos, hombre, claro que sí!

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  2. Ojalá hubiera más gente que pensara así...
    Por cierto, te invito a que te des una vueltecilla por mi blog ;)
    http://pensemostodosjuntos.blogspot.com/

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